Aquella puerta que no cierra bien, que roza el suelo.
Cambiar la cerradura, la manija o el bombin.
Las tapetes de las puertas están estropeadas. Nuestra mascota la ha mordido o coses peores.
La persiana està encallada.
Puertas de armario o de los módulos de la cocina que cuelgan, cajones que no se pueden cerrar, que van duros.
Armarios desarmados por culpa de una trasera demasiado dèbil o cajones que el sobrepeso de nuestros recuerdos ha desfondado.
Cantos desencolados, bisagras rotas, tiradores pasados de moda.
Para todos estos pequeños problemes hay una solución ràpida y sencilla.
Te sorprenderá comprovar como aumenta tu benestar con estos pequeños arreglos.